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martes, 12 de febrero de 2013

¿QUÉ TIENEN EN COMÚN CATANIA Y LEGANÉS?

Qué otra cosa que no sea el fútbol es capaz de unir dos ciudades tan dispares como Catania y Leganés. En ambos casos, la filosofía por una masiva apuesta por jugadores argentinos. Esta situación que hoy en día se está dando en el club siciliano, tuvo un precedente aquí en España, concretamente en Madrid, hace ocho temporadas.

Con casi 300.000 habitantes, la ciudad de Catania se asienta en el este de Sicilia (Italia) siendo la segunda más poblada de la isla por detrás de Palermo. Por su parte, Leganés está situada al suroeste de Madrid y tiene una población de casi 190.000 habitantes, siendo la quinta más poblada de la Comunidad tras Madrid Capital, Móstoles, Alcalá de Henares y Fuenlabrada. Lenguas, culturas y países distintos que el fútbol une con una curiosa coincidencia.

Y es que en ambos casos, las plantillas estaban dominadas por jugadores de nacionalidad argentina, al igual que su entrenador.

Empecemos primero por el caso del Catania, quien, en su intento por evitar el descenso, ha decidido creer firmemente en jugadores argentinos. Así, de los 28 futbolistas que tiene en total, 13 son de ese país: Mariano Andújar, Pablo Álvarez, Alejandro Gómez, Cristian Llama, Adrián Ricchiuti, Mariano Izco, Maxi López, Gonzalo Bergessio, Pablo Ledesma, Ezequiel Schelotto (Tienes una ficha suya en “Fíjate en… Ezequiel Schelotto”), Matías Silvestre, Ezequiel Carboni y Nicolás Spolli suman la nómina de futbolistas argentinos del Catania. De hecho, serían uno más si Pablo Barrientos no se hubiese marchado a Estudiantes La Plata en el mercado invernal. A todos ellos hay que añadirles a su técnico: Diego Pablo Simeone, quien llegó a Sicilia en Navidades tras la marcha del anterior entrenador, Marco Giampaolo. Es la primera experiencia en Europa de “El Cholo” tras ser Campeón en Argentina con Estudiantes La Plata y River Plate.

De todos estos nombres, vemos que son titulares y piezas básicas del equipo jugadores como Mariano Andújar (ex Huracán) en portería, Matías Silvestre (ex Boca Juniors) en el centro de la defensa, Alejandro Gómez y Pablo Ledesma (ex de Arsenal de Sarandí y de Boca Juniors respectivamente) en medio campo, y el ex de River Plate y del F.C. Barcelona, Maxi López, en la delantera, quien además es el máximo goleador del equipo con 7 tantos. A ellos se unen Bergessio y Schelotto, que han llegado en el mercado invernal e intentarán aportar su calidad para lograr la permanencia. El primero, ex de San Lorenzo de Almagro y del Saint-Etienne francés, refuerza la delantera, mientras que el joven y prometedor Schelotto hará lo propio por la banda derecha tras llegar del Cesena.

Sin embargo, aunque esta situación pueda parecer curiosa, tuvo un precedente aquí en España cuando el C.D. Leganés fue comprado por el empresario argentino Daniel Grinbank.

Esto se produjo hace ocho años, en la temporada 2003/04. La campaña anterior el conjunto madrileño descendió a Segunda “B” debido a los malos resultados, pero el descenso administrativo del Compostela le hizo ocupar su plaza en la división de plata del fútbol español por ser el cuarto y último equipo en descender.

Grinbank trajo consigo a José Pekerman, quien posteriormente fue el seleccionador de Argentina en el Mundial de Alemania 2006, como Director Deportivo, a Carlos Aimar como entrenador y a 14 futbolistas argentinos. Ellos eran: José Chamot, Santiago Kuhl, Federico Domínguez, Lucas Alessandría, Javier Mustafá, Pablo Rodríguez, Mario Héctor Turdó, Nico Medina, Claudio Enría, Martín Vitali, Mauro Navas, Bernardo Leyenda, Claudio Marini y Juan Pietravallo. Con ellos estaba Pablo Calandria, quien ya formaba parte de la plantilla del Leganés.

Algunos como Chamot, Mauro Navas, Enría o Marini están ya retirados del fútbol, mientras que otros como Federico Domínguez, Leyenda o Calandria aún siguen activos. En aquellos años destacaron en el campo el mítico Chamot (ex del Atlético de Madrid, del A.C. Milán y mundialista con Argentina) en defensa, Santiago Kuhl (llegó tras marcar 16 goles en el Baden de Suiza) en medio campo, Pablo Calandria (ex Málaga y Sporting de Gijón y que ya estaba en el equipo) por su gran técnica, y Claudio Enría (ex Gimnasia y Esgrima de La Plata) en punta de ataque.

Lamentablemente para los aficionados del Leganés, este proyecto fracasó a pesar de iniciarse con la idea de llegar a corto plazo a Primera División. A mitad de temporada Grinbank dejó el club, y con él se fueron Pekerman, Aimar y buena parte de estos jugadores iniciándose un periodo de crisis que acabó con el equipo en Segunda “B”.

En Catania no quieren que la historia acabe en descenso, y para ello el presidente del club, el italiano Antonino Pulvirenti, y la cúpula directiva han confiado mayoritariamente en el talento de los futbolistas argentinos para, junto al resto de jugadores, sacar la situación adelante.

El conjunto siciliano suele ser un equipo de mitad de tabla y, aunque esta campaña está sufriendo un poco más para afianzar la permanencia, entra dentro de lo normal. De momento están fuera de los puestos de descenso y aún están a tiempo para, incluso, lograr la salvación de forma holgada.

Esta situación de fichar muchos jugadores de una misma nacionalidad no es extraña, ya que varios clubes, algunos de primer nivel, lo han llevado a cabo. Algunos ejemplos importantes son:

El F.C. Barcelona de los holandeses”, con jugadores como Kluivert, Overmars, Franck y Ronald de Boer y Bogarde entre otros, y Louis Van Gaal en el banquillo.

El “Spanish Liverpool” con Reina, Luis García, Xabi Alonso y Josemi en el campo y con Rafael Benítez como técnico, quienes conquistaron la Champions League de 2005.

Por otro lado está el Sporting de Braga, verdugo del Sevilla en la Fase Previa de esta edición de la Champions League, que cuenta ni más ni menos que con 18 futbolistas brasileños en su plantilla.

El contrapunto a estas situaciones las encontramos en dos equipos: El Chivas de Guadalajara de México y el Athletic de Bilbao. En ambos casos, su política de fichajes es la de contar únicamente con jugadores nacidos en el propio país.

Muchas son las formas de ver el fútbol y cada país tiene una manera distinta de interpretarlo. Quizás por eso, apostar por futbolistas extranjeros es confiar en una filosofía distinta. Es una forma de darle un punto de vista diferente a cómo se ve este deporte, además de ser una inmejorable manera de integración cultural.