El crack portugués lo tiene todo muy estudiado. Junto con su agente Jorge Mendes renegociarían un nuevo contrato con Nike, exigiéndole a la firma americana un canon mayor debido a que Cristiano sería la imagen de Nike en una liga donde Adidas es el patrocinador oficial de todos los equipos, árbitros y balones. Lo que haría que su contrato no se viera tan mermado en comparación con lo que percibe hoy en día por parte del Real Madrid, y así elevar un poco el montante que le podría ofrecer su nuevo equipo, a un jugador con 33 años, teniendo en cuenta que el sueldo más elevado a día de hoy de la MLS lo tiene Franck Lampard con unos 7 millones de euros, seguido de Kaka y Villa con 6.
Como gran amante de la cultura Yankee, Ronaldo tendría muy en cuenta la ciudad donde jugar.
El jugador ha manifestado a sus íntimos que sólo jugaría en los New York Red Bull, en Los Ángeles Galaxy o en la futura franquicia de su amigo David Beckham en Miami.
La MLS no es una liga de fútbol al uso como las que conocemos en Europa. Está americanizada en todos los sentidos.
Comienza en marzo y finaliza en noviembre. La liga se compone de 20 franquicias (que no equipos) que podrían cambiar de ciudad por dinero. Están divididas en dos conferencias -este y oeste-. Los equipos compiten en una liga regular, clasificándose los cinco primeros de cada conferencia para disputar los playoff y llegar a la gran final, la MLS Cup.
En mitad de la temporada se disputa el Allstar, que consiste en un partido que reúne a los mejores y más votados jugadores de la liga contra un equipo europeo que esté de pretemporada en Estados Unidos. El año pasado ganaron al Bayern de Guardiola 2-1.
A principio de la temporada tiene lugar el Draft, que es un proceso de selección de los jugadores universitarios con mayor proyección, por parte de los equipos.
Al final de la liga se entrega el MVP (jugador más valorado) al mejor jugador de la temporada. Este premio, al igual que todas las decisiones de la liga la toma Don Garber, el comisionado de la MLS. El encargado de potenciar la liga y sacarle el mayor rendimiento económico posible.
La gran novedad de la liga de estos últimos años que ha echo que puedan jugar allí estrellas mundiales como Henry, Marquez, Villa o Kaka, es la Ley de Jugador Franquicia o la llamada ley Beckham, por la que los equipos están obligados a pagar un tope salarial de 350.000 $ a todos los futbolistas de la plantilla, excepto a 3, que serán denominados los jugadores franquicia y que podrán recibir cualquier salario. De ahí que no podamos ver a más de 3 estrellas por equipo.
Raúl González nuevo jugador de los New York Cosmos, milita en NASL, es como si dijéramos la segunda división, con la salvedad de que en Estados Unidos no hay ascensos ni descensos. Por lo tanto la única manera de que Raúl y sus nuevos Cosmos jugaran en la MLS sería comprando una plaza en la liga en caso de una futura ampliación como así han echo este año el New York City de Villa y el Orlando City de Kaka.